Tratamiento de Aguas Residuales:

-Se utilizan en plantas de tratamiento de aguas residuales para descomponer materia orgánica presente en el agua residual hospitalaria, reduciendo así la carga contaminante y mejorando la calidad del agua tratada.

Gestión de Residuos Sólidos:

-En la descomposición de residuos sólidos orgánicos, como restos de comida y residuos biológicos no peligrosos. Estas bacterias ayudan a reducir el volumen de residuos y facilitan su manejo y disposición final.

Sistemas de Alcantarillado y Drenaje:

-Se aplican en sistemas de alcantarillado para prevenir obstrucciones y malos olores causados por la acumulación de materia orgánica en las tuberías.

Tratamiento de Residuos Biomédicos:

-Aunque los residuos biomédicos peligrosos requieren tratamientos especializados (como la incineración o autoclave), algunas fracciones menos peligrosas pueden ser tratadas con bacterias enzimáticas para reducir su carga orgánica antes de su disposición final.

Mantenimiento de Instalaciones:

-Se emplean en la limpieza y desinfección de superficies y equipos hospitalarios, especialmente en áreas donde se generan grandes cantidades de materia orgánica, como cocinas y lavanderías.

Control de Olores:

-Las bacterias enzimáticas ayudan a degradar compuestos orgánicos que causan malos olores en diversas áreas del hospital, mejorando así la calidad del aire.

Compostaje:

-En algunos hospitales con programas de compostaje, las bacterias enzimáticas se utilizan para acelerar el proceso de descomposición de los residuos orgánicos, produciendo compost que puede ser utilizado para jardinería o donado a comunidades locales.

Estas aplicaciones no solo ayudan a gestionar los residuos de manera más eficiente y ambientalmente amigable, sino que también contribuyen a la higiene y seguridad dentro del entorno hospitalario.